Con dos nuevas bancas propias y la salida del kirchnerismo salteño del Congreso, el gobernador de Salta se mueve rápido para integrar un interbloque federal con gobernadores del norte. El armado promete restarle poder al peronismo, fortalecer la agenda provincial y abrir una vía de negociación directa con los libertarios.
Por primera vez desde que desembarcó en la política nacional, el gobernador Gustavo Sáenz llega al Congreso con un capital parlamentario robusto. Con ello, se propuso crear un interbloque federal del Norte, y lo hace acompañado por gobernadores que buscan despegarse del kirchnerismo y negociar de manera directa con la Casa Rosada.
En las últimas elecciones nacionales el saencismo logró dos nuevas bancas: la senadora Flavia Royón y el diputado Bernardo Biella, que se suman a los legisladores en ejercicio en la Cámara Baja, Pablo Outes y Yolanda Vega. Se trata del contingente más numeroso que el gobernador consiguió desde 2019. Y llega en un Congreso convulsionado, donde las rupturas en el peronismo y el crecimiento de los libertarios abren espacios que el Norte Grande quiere ocupar.
Mientras tanto, el kirchnerismo salteño quedó sin representantes, pues Sergio “Oso” Leavy y Nora Giménez dejaron sus bancas en el Senado, y Emiliano Estrada finalizó su mandato en Diputados. Un final de ciclo que se siente tanto en Buenos Aires como en Salta.
El norte quiere jugar su propio juego
La reunión de este jueves en la Casa de Salta, a metros del Obelisco, fue el escenario donde comenzó a tomar forma un armado que ya se venía conversando: la creación de un interbloque propio que reúna a legisladores de Salta, Tucumán, Misiones, parte de Patagonia, Catamarca, que mantiene su incertidumbre, y eventualmente Santiago del Estero, aunque su gobernador sigue reticente.
Al encuentro asistieron el tucumano Osvaldo Jaldo, el catarmarqueño Raúl Jalil, el neuquino Rolando Figueroa, legisladores provinciales y un grupo heterogéneo de diputados y senadores que orbitan en espacios federales. Fue Sáenz quien bajó la línea política al terminar el encuentro: “No sabemos el nombre. Se va a llamar algo federal seguramente”, dijo. De concretarse, el nombre más firme por ahora es País Federal. Por ahora el mango lo tiene Jalil, pues es quien debería sacar a sus legisladores del bloque de Unión por la Patria, y con ello, reducir el bloque peronista kirchnerista.
En el caso de Salta, si bien Sáenz jugó con el kirchnerismo hasta las elecciones nacionales de 2023, ni bien asumieron Yolanda Vega y Pablo Outes, se conformó el bloque Innovación Federal, espacio que además fue presidido por la salteña Pamela Calleti, quien entró por el frente Todos.
Con la llegada de los libertarios, Sáenz reforzó su intención de romper el aislamiento provincial, mejorar el poder de negociación y evitar quedar atrapado en la grieta entre kirchnerismo y libertarios. Ya lo intentó con el Pacto de Güemes, que exigía desde el Ejecutivo local la continuidad de la obra pública a la Nación, aunque los acuerdos siguen sin cumplirse. Por lo que, con el crecimiento de legisladores en el Congreso se planteó una nueva apuesta. Fiel a su discurso, la propuesta busca insertarse como una acción que se aparte de las discusiones del centralismo porteño.
El interbloque que incomoda
Para el peronismo, la posible conformación del interbloque es un golpe seco. La pérdida de bancas propias, sumada a las fugas a los espacios federales, debilita a Unión por la Patria justo cuando disputa las primeras minorías en ambas cámaras. Sáenz y Jaldo evitaron responsabilizarse por la ruptura del peronismo, pero el mensaje fue inequívoco. “A nosotros nos preocupan nuestras provincias. No nos preocupan las primeras minorías ni quién conduce el PJ. Nos preocupa nuestra gente”, afirmó Sáenz.
Y nuevamente volvió a cargar contra Cristina Fernández de Kirchner, al afirmar que la expresidenta “llevó al peronismo a esta realidad. Si quiere unidad, no es ésta. La unidad es con todos. Renovar no es reciclar”. La tensión entre Sáenz y la conducción de Cristina se acrecentó cuando la presidenta del PJ nacional intervino el distrito salteño antes de las elecciones provinciales de mayo, apartando a las autoridades que respondían al gobernador.
En cambio, para el gobierno libertario, el movimiento es pura ganancia, ya que debilita al kirchnerismo y acerca a la Casa Rosada a la posibilidad de obtener primera minoría en Diputados. No sólo se trata de una cuantificación de bancas, sino que el acompañamiento también puede ser más concreto, ya el bloque de Innovación Federal en la Cámara votó la mayoría de las iniciativas libertarias, como la Ley Bases.
Un Norte que no quiere arrastrarse
El fracaso de Provincias Unidas, el intento patagónico de construir un bloque propio en la gestión Milei, retumba como un antecedente para los representantes del Norte Grande, ya que lo que nació como un experimento de regionalismo terminó naufragando entre peleas internas, diferencias ideológicas y falta de volumen político, evidente en la elección de octubre.
En ese sentido, el Norte tomó nota, y a diferencia del sur, los gobernadores norteños pretenden construir un espacio con más cohesión, menos personalismos y un criterio común: la defensa del federalismo y de las obras paralizadas. Además, de que su objetivo es un interbloque flexible, capaz de sumar actores según la coyuntura, sin exigir adhesiones rígidas ni uniformidad ideológica.
El salteñollegó a Buenos Aires con una lista de reclamos provinciales y su ya conocido discurso: sin obras y sin fondos, el interior no tiene margen. Y lo dijo sin rodeos: “Ratificamos el respaldo al Presupuesto si estamos dentro del Presupuesto con nuestras obras”.La frase sintetiza el espíritu del interbloque, un apoyo condicionado a compromisos concretos. Además, el Norte quiere que se coparticipe el Fondo de ATN y que se restituyan recursos que Nación retuvo para ordenar la macroeconomía. La discusión será una de las claves del Presupuesto 2026 y la negociación de extraordinarias.
Más peso, más ruido
La presencia de Flavia Royón en la mesa —que ya juró como senadora este viernes— juega un rol clave en la consolidación del armado político que Sáenz quiere mostrar en Buenos Aires. Royón, que mantuvo un perfil técnico durante su paso por la Secretaría de Energía, llega al Senado con una figura central en el proyecto federalista del gobernador.
Tras la jura, la legisladora manifestó que llega “con la fuerza de mi provincia, con la voz del interior y con el compromiso de defender lo que le corresponde a Salta”. Aseguró que fue “un honor y una responsabilidad inmensa”, por lo que trabajará “siempre con seriedad, honestidad y coherencia”, dijo.
En Diputados, el salteño amplía su presencia con Biella, Vega y Outes, tres legisladores alineados con su agenda. La salida de Leavy, Giménez y Estrada cierra un ciclo del kirchnerismo local, que durante una década tuvo voz propia en el Congreso. Ahora es Sáenz quien ocupa ese lugar, y aunque el interbloque no está formalizado, el diálogo avanza.
Fuente: Salta 12